¿Pueden acaso doler las lágrimas?
Al parecer...
Cuando la ilusión controla tu mente, y no la detienes a tiempo ... las peores cosas pueden ocurrir.
Dije que no, que no más.
Que encerraría todo.
& así creí que lo había hecho.
Pero una sola gota de esperanza escapó.
Una pequeña gota se deslizó por la fortaleza, deseando ser escuchada tras los gritos sordos de la desesperación.
No logré detenerla a tiempo.
Lo único que quedaba tras los muros, era la FE.
El poder soñar sin límites, imaginar que un día todo sería mejor, todo sería perfecto.
Porque aún no logro borrar esa palabra de mi vocabulario.
Permanece intacta ... indestructible.
La perfección aguarda.
& tras la tragedia vivida... esta más invulnerable que nunca.
De un solo golpe he vuelto a mi realidad.
Solo me basto un segundo para rendirme al llanto.
No necesite más que ... ver el dolor encarnado.
Porque eso fue exactamente lo que sentí al mirar.
Jamás creí que sentiría algo así.
He llorado más de lo que se debe.
He soñado más de lo permitido.
Me he ilusionado hasta con el más mínimo detalle.
Pero hoy... el puñal atravesó lo más profundo de mi ser.
¿Porque será que me siento tan tranquila llorando en otros lares?
¿Porque será que debo escapar?
No lo se... Pero entre más lejos corra... por alguna razón... mejor me siento.
Parece solo una pesadilla lejana.
Lo recuerdo como un mal sueño.
Pero basta un minuto de silencio... para recordar la más tortuosa de las visiones.
Corrí sin mirar atrás.
Escape con un nudo en la garganta.
Para caer en brazos conocidos.
Para ser consolada tal como una niña indefensa.
Entonces... aparece la rabia.
La ira.
El rencor.
Te dije... lo dije cientos de veces!
Detente maldita sea!
No ayudas!
Solo hundes el barco!
Cientos de veces repetí lo mismo.
No sueñes.
No te ilusiones.
Solo mira hacia delante.
Céntrate en nuestro deber.
Sabes lo que quieres... lo que queremos.
... Es que no puedo dejar de llorar...
Es tu culpa.
Plena ingenuidad.
Un puñal.
Eso fue.
