sábado, noviembre 15, 2014

Amour ~

Por alguna razón, las raíces removieron mi pasado.
Es que cada vez que cuento la historia, una sonrisa pasajera y nostálgica inunda mi rostro, y un aura tranquiliza mis pesares del presente. 
Es que no hay castigo más grande que no poder olvidar lo vivido, y añorarlo hasta los huesos.
¿Será que soy demasiado débil?¿Acaso idealizo recuerdos que atesoré como reliquias?
No importa cuanto tiempo transcurra.
Las imágenes están frescas en mi mente.
Pequeños estúpidos detalles siguen persiguiéndome, y provocando un dolor tan placentero como nostálgico.
¿Retroceder el tiempo? Jamás.
Podría arruinar momentos espontáneos, que se dieron con la belleza exacta.
Errores inocentes que dieron paso a lo inesperado.
Me atormenta  creer que nada pueda igualarse.
¿Tiene acaso sentido seguir viviendo mientras sabes que nada se le igualará?
Soy un alma anciana, viviendo en recuerdos.
Con una taza vacía y un vidrio empañado por las lágrimas.

¿Seré solo yo la que los recuerde?
Aquella alma perdida ... ¿Se nutrirá en las mismas memorias?
Es como pensar que en el otro extremo del mundo ... hay un ser hablando a la misma estrella. 

Estupideces.
Me lo repites, una y otra vez.
Solo estupideces.

¿Cuantos años ya han pasado por esta piel maltratada y cansada?
A veces parecen ser cientos, o miles.
¿Cuando estas manos tristes y temblorosas hallarán su descanso?

Debe ser un castigo.
No encuentro otra explicación.
Debe ser el peor de los castigos, el que los recuerdos más hermosos aparezcan para atormentar un corazón culpable. 
Un alma solitaria.
Un espíritu triste. 

Debes en cuando el egoísmo me inunda, y sueño con no despertar.
Con dormir eternamente en recuerdos, en creer que el pasado sigue a mi lado.
Que tus manos, tu boca, tu cuerpo, tu alma .... aún piensan en mi. 

Ya no queda más.
Solo recostarte, cerrar los ojos, y jugar a que vivo en sueños.