martes, diciembre 16, 2014

Perdida ~



La capacidad de tomar decisiones, se encuentra ligado a la esperanza de un futuro deseado y prometedor. 
Por alguna razón, no tengo dicha capacidad.
Mi cambio permanente en gustos, aspiraciones y deseos, es uno de los impedimentos más voluptuosos al momento de analizar mi personalidad, mi porvenir. 
Simplemente me encuentro perdida.

A diario despierto en un amanecer radicalmente distinto al día anterior, y posiblemente al próximo.
Al abrir los ojos cada mañana, me encuentro fríamente desconcertada, la única respuesta que recibo es un reflejo abrumado, desorientado y desbaratado frente al juicio de un turbulento espejo. 
Estoy, sin duda, encerrada en un cuerpo de una mujer de unos 40 años, una conciencia inmadura de 12, y un alma extraviada. 
Mientras el calendario no marca más allá de unos jóvenes 20.
Cada suspiro me recuerda que tengo la garganta estrecha por el miedo, y maltratada por los vicios.
Vacía.

No puedo observar más allá de la punta de mi nariz.
Todo parece nublado, obscuro.
Mientras por dentro, es estrepitosamente peor. 

Por alguna razón, quizá presión social, adaptación racional o simple prejuicio, me siento forzada a tomar una decisión, que simplemente no entiendo.
Quien soy.

Una banal pregunta, un concepto que debería conocerse con el pasar de los años, hasta ahora esta vacía, nula. 
Como actuar. Porque hacerlo así. Que creo. Que siento. Que quiero. 

Tras cada segundo más de vida el abismo aumenta.

¿Es que acaso no se me permite amar y odiar por la misma razón?
¿No puede gustarme, adorar y detestar el mismo color?
¿Como explicar que mientras observo el techo de mi habitación siento ira, odio, rencor, amor, tristeza, compasión, alegría y miedo? Y todo a la vez?
En el mismo segundo puedo desear la muerte escribiendo la oda más nostálgica a la vida.   
Mantengo discusiones de semanas completas a base de argumentos racionales conmigo misma, mientras no soy yo quien discute, sino tu con migo, yo con ella, y ella sin mi.
Si siento este miedo arraigado, no es plena cobardía, sino incoherencia innata.
Simplemente me encuentro perdida.

Podría susurrar que te amo, pero mentiría una parte de mi.
Podría gritar que te odio, pero no sería completamente cierto.

Una batalla infinita.
La guerra eterna.
Solo nosotras.

Me siento a años luz de tus brazos, sesenta segundos de un grito, y junto a mi, yo misma, sin ser yo, sin ser dos, solo una.

Quisiera explicar mejor, no para que entiendas, sino para entender, entender para explicarte, y puedas comprender que no entiendo, y que con un abrazo eterno me digas que solo nosotras estaremos bien. 

& solo un concepto perpetuo y distante.
Perfección. 


2 comentarios:

  1. Tenes una habilidad para escribir hermosa! Me gusta como te expresas! Me sentí indentificada con cada palabra.
    Besos linda!

    ResponderEliminar
  2. Creo que me gusta demasiado como escribes :)

    ResponderEliminar